El genocidio de Ruanda

 


En Abril del año 1994 Ruanda se enfrentó a uno de los capítulos más trágicos y oscuros de su historia: La matanza de Tutsis y moderados Hutus a manos de los más extremistas de la etnia Hutu.

Ruanda es conocido también como “Elpaís de las mil colinas” debido a su terreno ondulado, que se caracteriza por la belleza de sus paisajes y su maravillosa fauna salvaje. Pero este país se transformó por unos meses en un lugar donde la crueldad no contaba límites y donde la vida humana no tenía valor alguno. Se contabilizaron un total de 100 días de horror, tortura y muerte en los que más de 800.000 personas (de origen tutsi) murieron mientras el mundo se dedicaba a observar desde la lejanía de este lamentable hecho. Se produjo un éxodo de 2.000.000 de refugiados, de los cuales la mayoría aún a día de hoy, no han podido regresar a sus casas.

Duras críticas merecieron Francia, Alemania y Bélgica que debido a las grandes riquezas que se podían extraer de él, consideraban a Ruanda unos de los más importantes de la región. Después de lucrarse con las riquezas del país, le dieron la espalda sin importarles las miles de personas inocentes que estaban siendo asesinadas de la manera más cruel posible. Por otro lado, Estados Unidos se mantuvo al margen mientras duro el conflicto, ocupando un papel neutral

Una vez terminado el genocidio intervino la Comunidad Internacional. Sólo las ONG y las congregaciones religiosas fueron las que trataron de solucionar parcialmente los desastres del conflicto.

Para comprender lo sucedido es necesario adoptar una postura fría y racional y así adentrarse en el lado oscuro de la historia de Ruanda. Este conflicto comenzó siglos atrás donde los Tutsi sometieron a los Hutus reduciéndolos a servidumbre. A partir de ahí se originó el desprecio, el odio y el vasallaje de uno sobre otros, sentimiento que se vieron aumentados con la llegada de los colonos europeos dichas tierras africanas, hasta que en abril 1994 estallo la gran masacre. Hay muchas variables dentro de este tema por lo que no se lo puede tratar de manera superficial y como si fuera un hecho aislado, ya que tenemos que considerar que la sucesión constante de hechos de sangre, la desigualdad social, la discriminación y la denigración humana por la extrema pobreza fueron solamente signos de lo estaba por venir.

 


¿Cómo afectó el genocidio a la economía del país?

El crecimiento explosivo de la población no permite un gran desarrollo económico, por lo que es bastante precaria su economía basada en una “economía de subsistencia”. Cada familia es dueña de un pedazo de tierra y de todo lo que produce allí, que normalmente sólo alcanza para cubrir de forma escasa la propia alimentación individual, sin que quede un excedente destinado al comercio. No obstante, un sector muy reducido de agricultores presentan grandes cosechas de mandioca, batatas, ñames, café, algodón, sorgo, frijoles, judías, guisantes, plátanos, té y tabaco, que casi en su totalidad son destinadas a la exportación.

El valor total que se obtiene es de aproximadamente 165 millones de US $ siendo Asia su principal cliente. La economía de Ruanda depende exclusivamente de estas ventas al exterior. Tradicionalmente los Tutsis fueron ganaderos y los Hutus agricultores. Debido al genocidio de 1994, donde se eliminó la mayor parte de la población Tutsi, el país se quedó prácticamente sin ganadería, lo que marcó un fuerte contraste con las décadas pasadas donde Ruanda ostentaba la mayor cantidad de cabezas de ganado de la región. Actualmente sólo un 15 % posee ganado.

Tiene un desarrollo tecnológico muy pobre, que sumado a los escasos recursos naturales, la degradación del suelo y su vegetación, y las constantes sequías hacen que Ruanda se haya convertido en uno de los países más pobres del mundo en el que los porcentajes de desnutrición crecen día a día. Por otro lado, los valores que obtiene el país por la minería son bastantes escasos, ya que todas las ganancias quedan en manos de las empresas extranjeras. La renta per cápita es una de las más bajas del mundo.

 

¿Cómo afecto el genocidio a la educación?

El sistema educativo pre-genocidio claramente reflejaba y reforzaba las tendencias destructivas del país. Podemos decir que se trataba de un sistema clasicista y discriminador en el que para ingresar a la escuela se utilizaban criterios de grupo social y regional y no de rendimiento académico. Durante el genocidio la educación se vio constantemente atacada, con el saqueo de escuelas y se asesinato de los maestros y a cualquier otra tipo de instructores.

La Política educativa del post-genocidio ha tratado de buscar la unidad y reconciliación nacional, así como la equidad en la prestación y acceso a la cultura humanitaria de inclusión y respeto mutuo. La discriminación ha sido declarada ilegal y la clasificación de maestros y estudiantes por su afiliación hutu, tutsi o twa ha sido abandonada. La historia Ruandesa no se enseña en las escuelas y tampoco se han escrito libros de texto de historia desde 1994. Los índices actuales de analfabetismo son de 28,6% de hombres y 40,2% en mujeres.


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